El malecón habanero

A comienzos del siglo XX, esta franja de territorio habanero vio vestir con recatados trajes de baño a nuestros abuelos para refrescar en los baños públicos en los días calurosos de nuestro verano.

En 1919 se inicio la primera fase de su construcción a partir del Castillo de la Punta llegando en los años 50 hasta el túnel de la Quinta Avenida.

El Malecón es uno de los sitios más conocidos de Cuba y el se ha convertido con el tiempo en zona de descanso, de venta, de recreación, de amor y desamor, de entrenamiento deportivo, de estudio, de festejos, de práctica musical, de trabajo o simplemente de paseo.

Es además el lugar preferido de todos, preferido por los poetas, los amantes, los estudiantes, los niños, que con su correteo incansable intentan ablandar sus recios muros y aceras, los pescadores que emulan en el arte de la pesca y en el arte de contar sus innumerables hazañas, los músicos que lo mismo rascan una guitarra , tocan una tumbadora o desinflan sus pulmones en la desgastada boquilla de una trompeta y los fotógrafos, algunos de los cuales le han hecho miles de fotografías y aún buscan la perfecta y es que su musa no abandona a nadie, es prodiga en inspiración.

Él, es algo más que un simple muro de concreto que separa el mar de la ciudad. Es un símbolo. Quien viene a la Habana y no lo visita, simplemente, no ha venido, aún le falta por llegar a conocer el más entrañable rincón del habanero, EL Malecón.